jueves, 3 de mayo de 2012

 ARMANDO REVERÓN


Armando Reverón nace en Caracas el 10 de mayo de 1889.
A los 22 años viaja a España donde ingresa a la Escuela de Artes y Oficios. Al regresar a Venezuela ingresa al exclusivo Círculo de Bellas Artes y
poco tiempo después se muda a La Guaira y comienza a construir “El Castillete” (Hoy Museo Armando Reverón) que le serviría de morada para el resto de su vida junto con su adorada Juanita. Esta decisión coincidió también con un cambio de conducta y por supuesto, una transformación de sus conceptos artísticos. En este período, al adoptar hábitos primitivos y desvinculado de la ciudad, Reverón pudo desarrollar una percepción más profunda de la naturaleza y esto lo llevó a emplear un método de pintar único.
En 1953, presenta una crisis nerviosa-depresiva y es internado en una clínica, el mismo año en que le era conferido el Premio Nacional de Pintura. Confortado por este tardío estímulo, trabajaba con ahínco para una exposición que había anunciado el Museo de Bellas Artes, cuando le sobrevino la muerte mientras se encontraba en el sanatorio San Jorge.
Su obra es conocida por estar plagada de imágenes  oníricas, desdibujadas, con un intenso trabajo de la luz y los colores, o la falta de ellos. Son muy celebradas también sus muñecas de trapo. Se le considera el maestro de la luz tropical, que plasmó en distintas superficies y con todo tipo de materiales autóctonos. En la obra se distinguen tres periodos: período azul, período blanco y período sepia.

Período Azul
Lo inicia 1920. Su obra va estar caracterizada por una inmersión en una atmósfera misteriosa, está dominada por el azul profundo. Se trata de paisajes, retratos de Juanita y majas (mujeres jóvenes).


Período Blanco
Lo inicia alrededor de 1924 adquiere gran importancia el color blanco, que utiliza en composiciones de corte abstracto. Utiliza como soporte tela de coleto, también incorpora a la obra elementos como: rocas y cocoteros.

         
  Período Sepia
Inicia en 1936, pinta entonces obras de gran formato que escenifican varias figuras,  sustituyendo sus modelos, salvo Juanita, por muñecas de trapo fabricadas por él mismo. Dominan los tonos marrones, así como paisajes de mar y tierra.