Mi experiencia en el camino de la lectura y escritura
Todo comenzó con la idea de buscar alternativas divertidas y eficaces en el desarrollo de la lectura y la escritura.
Comienza la investigación cuando me encuentro con un texto titulado
“El Niño M” por Sandra Gutiérrez, que de una manera vivencial cuenta sus
dificultades, frustraciones, logros y alegrías en el proceso de la enseñanza de
la lectura y escritura en niños y niñas de Nivel Inicial; aportando ideas,
estrategias y ayudas para que el docente sea un excelente mediador en este
proceso de enseñanza.
Acción…
Es así que mi investigación me lleva a diversas
visiones y autores, por lo que sistematizo la información recogida y escojo
publicaciones on-line (Método global) y a varias autoras como: Delia Lerner, Ana
Teberosky, Sol Leal y Sandra Gutiérrez para establecer los parámetros que me
permitirán guiarme en el trabajo con los niños y las niñas de mi espacio. Trato
de enfocarme en informaciones relevantes sobre alternativas eficaces que
solucionen el fracaso de métodos tradicionales en el proceso de la enseñanza de
la lectura y escritura, en propuestas didácticas, métodos y técnicas que
faciliten y hagan divertida la adquisición de estos procesos. Estudio los
niveles constructivistas en la adquisición de la escritura, extraigo
estrategias, y creo unas tantas otras y comienzo a trabajar con los niños y las
niñas sobre esta base constructivista, invitándolos a desarrollar su potencial creador, tomando en cuenta el
aspecto personal y social,
brindándoles la confianza al niño
y a la niña para que se sientan libres de crear, inventar, sociabilizar y
sentir, partiendo de sus valiosos aprendizajes y respetando su ritmo,
necesidades e intereses.
Por lo tanto, decido trazarme un plan de acción que me
permita registrar, y de esta forma conocer: ¿Qué hacen?, ¿Cómo lo hacen?, ¿Por
qué lo hacen? y así poder trazarme objetivos concretos, viables y eficaces.
Primero; diagnostico su zona de desarrollo real (Focalizándome en
observacioines a sus dibujos, interacciones con sus pares, en sus
conversaciones y creaciones en general) y los invito a dibujar, crear libre y
espontáneamente para que, a través de las estrategias, mi medición y la
mediación de otros compañeros y compañeras, sirvan de andamio y así puedan ir avanzando en las etapas y niveles de
la escritura y lectura.
Sin embargo, una vez que decido comenzar a llevar a la
práctica estos enfoques con mis niños y niñas,
me encuentro con una gran barrera: no querían dibujar libremente, me
sentí horrible y me pregunté, decepcionada, “¿Qué se les ha hecho a estos
niños?”. Cada vez que los invitaba a dibujar, algunos me miraban algo
temerosos, exclamando: “¿Qué hago maestra?”, “No sé hacer esto…”, e incluso
encontrándome con niños que se cruzaban de brazos negándose hacerlo por ellos
mismo y pidiéndome que les dibujara algo.
Ha
sido una ardua tarea lograr que mis niños y niñas tomaran confianza en ellos
mismos y dibujaran libre y espontáneamente, por lo que se devela la importancia
del desarrollo del potencial creador a través de la autoestima, autonomía y la
formación personal y social en el proceso del desarrollo de la lectura y escritura.
Luego
de derribar esa barrera, todo fue fluyendo poco a poco, observando resultados
alentadores en cuanto al avance de las etapas y niveles del proceso de la
lectura y la escritura, claro está que hay fases que ellos podrán saltar rápidamente o por el contrario estacionarse
en otras, pero eso se debe a que no hay un tiempo establecido de duración en
cada fase, y todo dependerá de las actividades que se apliquen, la motivación
que logremos darle los niños y niñas y,
sobre todo, al fortalecimiento de su autoestima.
Además se lograron avances importantes en la parte
socioemocional: Intervienen mucho más en la ronda; formulando preguntas y
respondiendo sin temor, avanzaron en las etapas de la planificación,
generalmente comunican verbal o por escrito su plan y lo cumplen, la mayoría
siempre está dispuesto a realizar dibujos, están ávidos de escribir todo lo que
puedan y sus representantes me dicen que en sus hogares quieren que les lean
todo y leen todo también.
Descubrimiento…
Descubrí
que si trabajo la autoestima del niño y la niña (Invitándolo, estimulándolo, no
juzgarlo, otorgarle palabras de aliento, felicitándole y haciéndole sentir que
lo que haga estará “Bien”), se logra que escriban espontáneamente (Como ellos
quisieran, todo lo que dibujaran, recortaran o modelaran) y luego esa escritura
hecha por él o ella la podía comparar con las etapas constructivistas y
ubicarlos sin necesidad de evaluaciones o pruebas.
A
partir de esto, se podían realizar las actividades, y el nivel de exigencia
dependería de la etapa en que se encontraba el niño o la niña, permitiéndome
también a veces colocar las mismas actividades a todos, pero sabiendo que sus
escrituras dependerían del nivel en que se encontraran y que por lo tanto, se
debía respetar el trabajo hecho por ellos y ellas, buscando futuras actividades
que los ayudara a pasar a las etapas siguientes, lo cual siempre debe ser
nuestra búsqueda como docente.
De allí la importancia de esa mejora continua a través
de la interacciones diarias y fluidas porque todo espacio es propicio para la
lectura y la escritura. Actualmente sigo investigando e implementando
diversas estrategias, estando clara de que me falta todavía mucho camino por
recorrer, pero con la certeza de que no habrá más temor a equivocarse porque todos aprendimos
que en este proceso ellos y ellas están en el camino correcto, siempre y cuando
se les permita expresarse libremente y se les respete su madurez y necesidades.
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